Una región de lo más fascinante de la que
hay mucho que decir; pero me limitaré a un aspecto de lo más atractivo de la
provincia de Jujuy: el patrimonio textil andino; tan singular como el paisaje y
la cultura de sus pueblos originarios.
En el NOA, los cerros exponen sus venas de
colores en una paleta única que termina por aferrarse al cielo azul intenso y
entonces intuyes el porqué del colorido tramado de los tejidos andinos. Los
matices vienen de la tierra misma. De la naturaleza. De ser parte de ella y a
la vez distinguirse del paisaje. Si te atavías con los tejidos del NOA llevas
contigo al cardón solemne, al sol brillante, al fruto pequeño rojo o púrpura de
los arbustos, a la laguna turquesa escondida entre montañas. Eres cobre y
plata; eres simple pero único; estás sólo, pero ligado a todo.
La luna y las estrellas inspiraran a las
tejedoras, el viento le da grosor a la prenda, el agua lava las impurezas de
las fibras y el sol sella el tono final.
Cuando rozas con tu mano un tejido andino,
percibes historia, voces familiares cercanas al fogón, silencios de viento
corriendo entre los cerros. Lo que tocas es tradición. Es herencia, es
identidad transmitida oralmente de una generación a otra.
Las fibras utilizadas son principalmente
las de camélidos (llamas, vicuñas y alpacas) que una vez recolectadas,
seleccionadas y limpiadas comenzarán a hilarse en hilos de diferente grosor.
Pueden hilarse torsando la fibra a la derecha o a la izquierda y dependiendo de
la finalidad de la prenda es que se utilizarán unos u otros ovillos.
El siguiente paso será el teñido de los
hilos mediante tintes naturales hechos a base de raíces, minerales, hojas,
frutos, tallos, insectos, musgos, etc. Es la naturaleza la que a través de
diferentes técnicas se impregna en la lana mediante los tintes para pronto ser
parte del tejido.
Los diseños, así como muchas herramientas
de tejeduría se transfieren de madres a hijas, de abuelas a nietas. Las
familias conservan diseños propios y la trama conlleva un mensaje de identidad
cultural, social y hasta político.
Así, el tejido en sí es mucho más que arte
en hilos. Es memoria colectiva. Es aprendizaje que fluye de generación en
generación y transmite la historia de los antepasados de un pueblo que se
reinventa nuevamente en el telar que se apresta para una nueva creación.
Si alguna vez visitas el NOA, llévate su
mapa cultural en la nueva trama de un tejido ancestral.
Disfruta aquí de este breve video sobre los Tejidos Andinos